Contraindicaciones
Depresión de la médula ósea, insuficiencia hepática y renal, hipersensibilidad a los componentes de la fórmula, glaucoma, uso conjunto con otros depresores del SNC, discrasias sanguíneas, daño hepático, arteriosclerosis cerebral, hipotensión y/o hipertensión arterial severa, ingestión de bebidas alcohólicas, coma, epilepsia no tratada, enfermedad de Parkinson, primer trimestre del embarazo.
Reacciones secundarias y/o adversas
Puede presentarse somnolencia e hipotensión ortostática, sobre todo, los primeros días de tratamiento, síntomas que disminuyen o desaparecen con el tiempo. A dosis altas puede presentarse hipotensión acompañada de lipotimias, por lo que se recomienda reposo absoluto y vigilancia médica. Discrasias sanguíneas, convulsiones, hiperpro¬lac¬ti-nemia. Sequedad de boca, retención urinaria. Las reacciones secundarias como tortícolis, signos extrapira¬midales y acatisia son menos frecuentes. Ictericia, síndrome neuroléptico maligno (hipotermia, palidez, síntomas ve¬ge¬tativos en presencia de cualquiera de ellos es imperativo suspender el tratamiento). Este síndrome se puede presentar con todos los neurolépticos. Depresión miocár¬dica, síncope, parkinsonismo, discinesia, eritema, urticaria, foto¬sensibilidad, alteraciones oculares. Prolongación del intervalo QT. En pacientes tratados con levomepromazina se ha reportado en muy raras ocasiones enterocolitis necrosante, que puede ser fatal. También se ha reportado muy raramente priapismo.
Restricciones
Levomepromazina atraviesa la barrera placentaria; sin embargo, estudios indican que es seguro para la madre y el feto si son usados ocasionalmente y a dosis bajas, por lo que se recomienda su uso únicamente cuando sea estrictamente necesario y cuando el beneficio sea mayor para la madre que el daño potencial para el producto. No deberá ser empleado durante la lactancia, ya que ha sido detectado en la leche materna.
Precauciones
Como con otros neurolépticos, en muy raras ocasiones han sido reportados casos de prolongación del intervalo QT. En individuos que manejan vehículos o aparatos de precisión, pacientes seniles con riesgo de colapso cardiovascular, embarazo. En tratamientos mayores a 30 días, se recomienda efectuar biometría hemática de control.